Hablar en público…nuestra asignatura pendiente

Cuando leí “…aunque sacaba buenas notas, nunca levantaba la mano, era muy tímido” me sentí totalmente identificada. Son palabras de César Bona, un maestro de mi tierra, candidato al Global Teacher Prize, algo así como el nobel de la enseñanza. En más de una entrevista, Bona ha manifestado lo que le costaba hablar en clase debido a su timidez y, cómo este hecho, le ha llevado a fomentar la participación de sus alumnos de forma natural, casi como un juego, aprovechando la desbordante imaginación de quienes tanto tienen que decir.

El periódico de Aragón

César Bona en clase con sus alumnos |Periódico de Aragón

Al igual que este maestro, de pequeña, jamás levantaba la mano en clase, es más, si alguna vez me preguntaban o tenía que salir a la pizarra, lo pasaba realmente mal. Esta misma sensación continuó en la universidad, “afortunadamente” (pensaba entonces), pocas veces tuve que enfrentarme a aquella situación, ni exámenes orales, ni exposición de trabajos, ni participación en clase, ya que lecciones magistrales y exámenes escritos, eran la práctica habitual. Después, por motivos de trabajo, tuve que enfrentarme al reto de hablar en público, las primeras veces lo pasé fatal, pero con el tiempo, los nervios se fueron calmando y, aunque nunca llegan a desaparecer, dejan de ser una barrera transformándose en tu mejor aliado, siempre que sepas como gestionarlos.

índicePrecisamente, en un curso al que he asistido este fin de semana para refrescar conocimientos y seguir aprendiendo, nos decían como el miedo no desaparece nunca, es más, si lo hace es que algo está fallando. Ese “miedo”, como comentaba, es nuestro gran aliado, el que nos mantiene alerta y bien preparados a la hora de enfrentarnos a nuestra asignatura pendiente de “hablar en público” y, además, debe hacernos sentir capaces de hablar ante cualquier público y situación. Porque la mayoría pensamos que “hablar en público” es hacerlo frente a un gran auditorio, pero son muchas y diversas la situaciones en las que tenemos que dominar la expresión oral y nuestras habilidades comunicativas: en una reunión de trabajo; en la presentación de un presupuesto; en un examen para superar una oposición; o incluso, impartiendo una clase de pilates.

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Martin Luther King, unos de los mejores oradores de la historia. Difícilmente nos enfrentaremos a un discurso como éste, pero si podemos superar nuestros pequeños retos como oradores |lainformacion.com

Y es que, a veces, pensamos que no tenemos ningún problema a la hora de hablar en público porque siempre lo hacemos ante la misma audiencia pero, en el momento que salimos de nuestra “zona de confort”, caemos en la cuenta de todas nuestras carencias y limitaciones. Siempre recordaré la primera vez que tuve explicar el Palacio de la Aljafería, donde trabajaba como guía, a niños de tres años. De que servían todos los tecnicismos, fechas y datos históricos que tan bien estructurados tenía en mi cabeza, os aseguro, que de poco o nada. Hoy, probablemente, habituada a leer cuentos cada día, lo tendría un poquito más fácil. Cada público requiere un discurso distinto, o mejor dicho, una forma diferente de expresar ese discurso. Además de palabras necesitamos gestos, emociones y empatía para ser capaces de comunicarnos, de verdad, con nuestro público.

Cada vez son más los museos que adaptan sus visitas a diferentes públicos |Heraldo de Aragón

Cada vez son más los museos que adaptan sus visitas a diferentes públicos |Heraldo de Aragón

Creo al igual que Bona, que esta labor de expresar oralmente aquello que queremos comunicar, debe comenzar desde nuestra más tierna infancia e ir adaptándose a cada etapa educativa. Potenciando en los chavales una habilidad que puede desarrollarse a base de esfuerzo, trabajo, constancia y comprensión, y que es imprescindible para desenvolverse en cualquier ámbito de la vida, tanto en el personal como en el profesional. Hablar en público, debería ser una asignatura obligatoria (casi como una cuestión de Estado).

Precisamente hoy, leía un artículo muy interesante, relacionado con este tema: ¿Por qué hablo tan mal en público?. En él, se ponen de manifiesto las carencias, que en cuestiones de oratoria, tenemos en España. Os recomiendo la lectura del mismo, ya que además de sugerir unas pautas (útiles si se ponen en práctica una y otra vez), habla de lugares donde, de una u otra forma, se imparten conocimientos sobre oratoria, expresión oral y, en definitiva, sobre como hablar en público. Este artículo muestra el creciente interés que hay acerca este tema, aunque profesionales con una larga trayectoria en este campo, como mi admirada Mar Castro, llevan tiempo trabajando, formando y concienciando sobre la necesidad de hablar en público y de conseguir una comunicación eficaz.

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Hablar en público, sigue siendo nuestra asignatura pendiente, una asignatura que debería incluirse en todos los planes de estudio, imprescindible y necesaria para poder desenvolvernos en cualquier ámbito, tanto personal como profesional, porque salvo que vivamos en una isla desierta, necesitamos comunicarnos y, hacerlo de forma eficaz, evitaría más de una situación incómoda.

Feliz día

7 comentarios en “Hablar en público…nuestra asignatura pendiente

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